CHEQUEOS CARDIOLÓGICOS

Los chequeos cardiológicos son capaces de medir el estado de salud del corazón de una persona aunque no experimente ningún síntoma. Por lo que, se pueden detectar a tiempo los signos de una enfermedad coronaria y reducir la posibilidad de un evento cardíaco imprevisto.
Otros factores que elevan el riesgo de desarrollar problemas cardíacos son: antecedentes familiares de cardiopatía, presión arterial elevada, colesterol alto en sangre, obesidad, diabetes, estilo de vida sedentario, fumar y la edad avanzada, entre otros.

En el caso de detectarse enfermedad de las arterias coronarias, se pueden llevar a cabo un gran número de medidas y actuaciones que ayudan a disminuir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Entre ellas, cambio de estilo de vida, hacer ejercicio, no fumar, seguir una dieta saludable; y a su vez, medicamentos para reducir la presión arterial o el colesterol.

A partir de los cuarenta todas las personas deben de someterse a un chequeo cardiológico. En el caso de los hombres, se recomienda a partir de los cuarenta años y de las mujeres a partir de los cuarenta y cinco.

El electrocardiograma es la prueba básica y sencilla que se utiliza en cardiología y la primera que se le hace a todos los pacientes que van a consulta. Esta prueba consiste en tener información acerca del sistema eléctrico del corazón del paciente para poder valorar de forma exhaustiva la posible aparición de arritmias, infartos, miocardiopatías, valvulopatías, etc.

Esta prueba permite al cardiólogo medir los latidos del corazón, su regularidad y su ritmo así como el tamaño y la función de las aurículas y los ventrículos. Además, también se utiliza en pacientes con marcapasos o desfibriladores para comprobar el correcto funcionamiento de estos dispositivos implantados e incluso confirmar el efecto de algunos medicamentos en la funcionalidad del corazón. 

El ecocardiograma es una de las pruebas más realizadas después del electrocardiograma. El ecocardiograma permite observar imágenes del corazón en movimiento. Esta prueba se realiza para conocer información pormenorizada de características como:

• La estructura anatómica del corazón en cuanto a su tamaño y forma.
• El estado de las válvulas coronarias.
• El movimiento y grosor de las paredes cardíacas.
• La fuerza del corazón.

El objetivo de esta prueba es diagnosticar precozmente patologías en las arterias coronarias y, también, poder realizar una valoración pronóstica de dicho paciente. Así, lo que hace la ergometría, es captar la actividad eléctrica del corazón durante el ejercicio físico. Esto significa que la prueba de esfuerzo se realiza para ver cómo reacciona el corazón del paciente al esfuerzo físico que puede ser caminar o correr. En términos generales se trata de un electrocardiograma que se lleva a cabo durante la práctica de un ejercicio.