Deshacerse de malos hábitos para reducir los efectos dañinos que tienen en nuestro organismo puede resultar muy difícil y tedioso. Esto es lo que le pasa a muchas personas fumadoras cuando piensan en dejar de fumar. Sin embargo, tomar esta decisión puede tener múltiples beneficios para la salud y no siempre tiene que resultar complicado.
El Dr. César García, neumólogo en Cardiavant, nos señala cómo es el funcionamiento de este tipo de tratamientos para eliminar la dependencia del tabaco y así poder prevenir todas las enfermedades asociadas sin grandes esfuerzos.
¿Por qué es importante dejar de fumar?
Estamos acostumbrados a escuchar que el consumo de tabaco es sumamente dañino para el organismo pero, ¿Cuáles son los efectos de esta sustancia tóxica?
Según el especialista en Neumología “el tabaco es un producto que contiene más de 4000 sustancias tóxicas” entre las cuales hay muchos “carcinógenos y sustancias inflamatorias que producen fundamentalmente dos enfermedades a nivel respiratorio: la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón”.
La EPOC es muy frecuente en personas fumadoras y se caracteriza por producir una “obstrucción de las vías respiratorias por el daño persistente del humo del tabaco que condiciona una dificultad para respirar con la actividad física y síntomas crónicos como tos y expectoración” explica el Dr. García.
Por su parte, el cáncer de pulmón es la enfermedad más grave a nivel pulmonar que existe a día de hoy ya que se trata de “un cáncer con alta prevalencia y con una alta tasa de mortalidad”, apunta el neumólogo. Pero, además de estas dos enfermedades prevalentes, también “consumir esos productos tóxicos aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, de formas graves de neumonía y empeora otras enfermedades respiratorias como el asma bronquial”.
Fumar afecta sobre todo a los pulmones y las vías respiratorias, pero también produce efectos negativos en el resto de órganos del cuerpo. El Dr. César García asegura que “el humo del tabaco produce enfermedades a otros niveles como puede ser el sistema cardiovascular” ya que la incidencia de enfermedades cardíacas en fumadores es tres veces superior al resto de la población.
El funcionamiento del tratamiento de deshabituación tabáquica
Cuando hablamos de deshabituación tabáquica es común que los fumadores se imaginen un camino largo y tortuoso. Sin embargo, no todos los tratamientos para dejar de fumar pueden ser difíciles de llevar. Para conseguir buenos resultados y, sobre todo, evitar las recaídas, es esencial contar con profesionales médicos adecuados. El neumólogo es el especialista que se encarga directamente de estos métodos para dejar de fumar ya que el sistema respiratorio es el más afectado por el consumo de tabaco.
El Dr. García explica que los neumólogos tienen “tratamientos eficaces que ayudan a combatir el síndrome de abstinencia cuando una persona deja de fumar”. Estos tratamientos de deshabituación tabáquica cuentan con la administración de “fármacos eficaces y seguros que permiten que el fumador vaya abandonando esos hábitos vinculados al consumo de tabaco sin sufrir ese denominado mono que es lo que les lleva a recaer con facilidad”, afirma.
Durante este proceso de deshabituación los neumólogos utilizan habitualmente tres tipos de tratamientos. Entre ellos se encuentra el tratamiento con “derivados de la nicotina en forma de parches, chicles, comprimidos y spray bucal” que es uno de los más conocidos y, después, la prescripción de “dos fármacos no nicotínicos, el bupropion y la vareniclina, cuya finalidad es intentar disminuir la intensidad de ese síndrome de abstinencia por falta de nicotina mientras que el fumador va abandonando esos hábitos que tiene muy vinculados a fumar como puede ser el café, el alcohol, la sobremesa, el ambiente de fumadores…”, concluye el especialista.