La Enfermedad Renal Crónica (ERC), más conocida como insuficiencia renal crónica, es una patología frecuente que afecta,según estimaciones, hasta al 10% de la población en algún momento de su vida. Es el resultado de un número variado de enfermedades, unas propiamente renales (Glomerulonefritis) y otras sistémicas (afectan a varios órganos) pero con un claro predominio renal (ej: Diabetes Mellitus).
La patología renal muy frecuentemente pasa desapercibida y es infradiagnosticada por la ausencia de síntomas clínicos hasta niveles muy avanzados. La mayoría de las veces se diagnostica en analíticas rutinarias o ante la presencia de una hipertensión rebelde al tratamiento.
De hecho, el Dr. Eduardo Baamonde Laborda, especialista en Nefrología de Cardiavant, apunta que esta enfermedad “representa un problema de salud pública en Canarias por la alta tasa de morbilidad y mortalidad que produce por sí misma o asociada al incremento del riesgo cardiovascular que asocia”. El nefrólogo señala que “es necesario, por tanto, un diagnóstico y tratamiento temprano de la enfermedad para prevenir las complicaciones y disminuir la progresión en la medida de lo posible”.
El especialista explica que “la insuficiencia renal es el deterioro de las funciones que normalmente efectúa el riñón”, deterioro que se expresa por la disminución del filtrado del riñón, “filtrado glomerular (FG)” que se representa en el ascenso de “las cifras de urea y creatinina que son los productos que normalmente debe eliminar el riñón”.
Se considera que la cifra que representa el funcionamiento normal o correcto del riñón es el 100% del filtrado mientras que en una insuficiencia renal “la función de filtración del riñón disminuye de un grado de 100% hasta por debajo de 60%” afirma. Sin embargo, el Dr. Baamonde considera que para llegar a considerar esta alteración del funcionamiento del riñón como ERC debe estar “mantenida en el tiempo por más de 3 meses”. Además de estos indicadores, “hay otras pruebas que no solo se centran en el riñón sino en la presencia de sangre o proteínas en la orina (algo que no ocurre en ausencia de enfermedad renal) que también nos ayudan a establecer el diagnóstico de enfermedad renal”, señala.
“El riñón es el órgano encargado de la eliminación de una serie de sustancias de desecho que obligatoriamente deben eliminarse puesto que si no intoxican la sangre y también es el encargado de regenerar el bicarbonato necesario para el mantenimiento del pH sanguíneo” apunta el nefrólogo quien destaca que ahí recae la importancia de este órgano. Sin embargo, también afirma que existe “una clasificación en grados y estadiajes” mediante la que se mide la gravedad de la situación de cada paciente para poder tratarlo de forma adecuada con el objetivo de frenar la progresión de la enfermedad.