Cómo funcionan los marcapasos
El corazón produce impulsos eléctricos que provocan una contracción del músculo cardiaco lo que permite bombear la sangre al resto del cuerpo. Estas contracciones es lo que se conoce como latido y el paso de la sangre por las arterias es el pulso.
El sistema eléctrico natural del corazón puede dañarse o emitir descargas eléctricas lentas. En estos casos los cardiólogos insertan un marcapasos o cardiodesfibriladores, que detectan los latidos del corazón y emiten descargas eléctricas cuando sienten que son lentas o escasas.
Los marcapasos se colocan en el tórax, debajo de la piel, y los cables se insertan por las venas que llegan directamente al corazón. Para su colocación se realiza una intervención quirúrgica con anestesia local que suele durar entre 1 y dos horas aproximadamente.
Posteriormente a su colocación, es fundamental que el paciente realice controles periódicos para comprobar que continúa funcionando de manera correcta.
Revisión completa de marcapasos
Una vez insertado el marcapasos es imprescindible que el paciente acuda a revisiones periódicas con el cardiólogo para controlar el estado del marcapasos y la pila.
El marcapasos es un dispositivo pequeño que tiene un circuito eléctrico y una pila que le suministra energía. A el se le conectan unos cables finos (electrodos) que llegan hasta las cavidades del corazón. Estos electrodos sienten o detectan los latidos y transmiten descargas para estimular el corazón cuando es necesario.
El buen funcionamiento de este sistema de estimulación cardiaca depende, en gran medida, de llevar un seguimiento correcto.
En Cardiavant la revisión del marcapasos consiste en comprobar la batería, electrodos, analizar la batería y realizar un test de umbral de estimulación y detección.
Este control y seguimiento debe realizarse cada seis meses, salvo que el médico considere necesario que se lleve a cabo en periodos inferiores.