¿Qué es la muerte súbita?
La muerte súbita es la aparición repentina de una parada cardiaca en una persona aparentemente sana y que no presentaba síntomas en las 24 horas anteriores.
La principal causa de la muerte súbita es la fibrilación ventricular. Un tipo de arritmia cardiaca que impide al corazón contraerse de forma organizada y deja de bombear sangre. Esto provoca que la víctima pierda el pulso, el conocimiento y la capacidad de respirar.
Una rápida asistencia puede salvar su vida. Se recomienda realizar la reanimación cardiopulmonar para conseguir que la arritmia desaparezca y éste se recupere.
Enfermedades cardiovasculares y muerte súbita en deportistas
En los últimos años, los expertos han señalado que existen determinadas enfermedades cardiovasculares implicadas en la muerta súbita de deportistas, que aparentemente están sanos, son jóvenes y están bien entrenados.
Éstas son la miocardiopatía arritmogénica, miocardiopatía hipertrófica, miocardiopatía dilatada, el síndrome de Brugada, la taquicardia ventricular catecolaminérgica polimórfica y el síndrome de QT largo.
En los deportistas menores de 35 años, que han sufrido muerte súbita, se observa la existencia de malformaciones congénitas en el corazón, que podían haber sido diagnosticadas en pruebas rutinarias. En otros casos, se han producido por miocardiopatías, arritmias o por el efecto de determinados fármacos.
A partir de los 35 años aumenta el riesgo de sufrir muerte súbita en los deportistas. Los estudios revelan que el 90% de los casos en los mayores de esta edad se debe a lesiones en las arterias coronarias debido al consumo de tabaco o alto nivel de colesterol.
Chequeo cardiológico deportivo
La muerte súbita puede afectar tanto a deportistas profesionales como aficionados. Todos los especialistas coinciden en la necesidad de someterse a reconocimientos médicos periódicos para conocer en qué estado se encuentra el corazón y descubrir anomalías que puedan desembocar en muerte súbita cardiaca.
Para conocer el riesgo se realiza un estudio de antecedentes familiares y personales. También se llevan a cabo otras pruebas diagnósticas como el electrocardiograma, la prueba de esfuerzo o la ecografía cardiaca, capaces de detectar hasta en un 90% las cardiopatías ocultas.