Chequeo Cardiológico
Todas las personas a partir de los 14 años que deseen conocer en qué estado se encuentra su corazón y sistema cardiovascular pueden solicitar al cardiólogo realizar un chequeo cardiológico completo. A la vista de los resultados el especialista puede recomendar al paciente incluir determinados hábitos de vida para mejorar su estado de salud o solicitar pruebas complementarias que ayuden a determinar un diagnóstico certero.
- El chequeo cardiológico permite conocer el estado del corazón y del sistema circulatorio
- Pueden realizarlo todas las personas que quieran conocer cómo está su salud cardiovascular
Por qué realizar un chequeo cardiológico
El chequeo cardiológico tiene como finalidad fijar la predisposición del paciente a sufrir enfermedades cardiovasculares y comprobar el estado del corazón y sistema circulatorio, tras identificar posibles factores de riesgo y analizar los antecedentes familiares y personales.
Se recomienda que realicen este chequeo anualmente aquellos pacientes que presenten factores de riesgo cardiovascular, como son la hipertensión, el colesterol alto, tabaquismo, estrés, obesidad o antecedentes familiares de patologías cardiacas.
Al conocer los resultados el cardiólogo recomendará cambios en los hábitos de vida del paciente y podrá pautar un tratamiento adecuado.
Los pasos en un chequeo cardiológico
En primer lugar, el médico encargado de realizar el chequeo cardiológico establecerá el historial médico del paciente para conocer de manera detallada su historia clínica y los antecedentes cardiovasculares tanto de sus familiares y como los personales.
Tras esto se realiza una exploración física acompañada de las pruebas que se consideren oportunas y necesarias para completar el análisis inicial del sistema cardiovascular, el rendimiento del corazón…
Pruebas médicas en el chequeo cardiológico
Por lo general, el cardiólogo requerirá que se realice un análisis de sangre completo para valorar los niveles de determinados factores de riesgo.
También se podrán realizar pruebas cardiológicas concretas como electrocardiograma o ecocardiograma doppler color. En determinados casos, podrá practicarse una prueba de esfuerzo, ecografía abdominal o radiografía.
Observando los resultados obtenidos de las pruebas el médico fija un tratamiento y pautas a seguir en el día a día para reducir el riesgo y el desarrollo de la patología cardiaca.