Electrocardiograma (ECG)
El electrocardiograma (ECG) es una de las pruebas diagnósticas más realizadas en cardiología. Su objetivo es medir el ritmo y función cardiaca del paciente mediante el registro de la actividad eléctrica del corazón. Ésto se plasma en un papel milimetrado en forma de ondas, que permiten detectar arritmias o trastornos cardiacos.
- El ECG permite detectar si el paciente ha sufrido un infarto, bloqueos o arritmias
- El paciente debe permanecer inmóvil y sin hablar durante la prueba
- Los indicadores normales de un ECG deben oscilar entre los 60-100 latidos por minuto y un ritmo cardiaco constante y uniforme.
¿Qué es un ECG?
El electrocardiograma o ECG se realiza para medir la actividad eléctrica del corazón que se produce en cada latido, lo que permite detectar afecciones cardiacas del paciente, si ha sufrido un infarto, arritmias, trastornos cardiacos…
Se trata de una prueba diagnóstica muy sencilla, completamente indolora y sin riesgos que se realiza en tan sólo cinco minutos. El cardiólogo explora el ritmo y función cardiaca desde la superficie de la piel y el resultado aparece en papel en forma de ondas.
Cómo se realiza un electrocardiograma
Durante el desarrollo de la prueba el paciente debe permanecer tumbado, inmóvil, relajado y sin hablar. Además, debe mantener una temperatura tibia, ya que si tirita de frío el resultado puede verse alterado.
Antes de empezar con el ECG, el paciente debe comunicar al médico si está tomando alguna medicación, porque existen fármacos que infieren en los resultados. Tampoco puede realizarse ejercicio físico ni tomar bebidas frías en los momentos previos a la prueba.
En primer lugar, se fijarán unos electrodos, normalmente 10, en los brazos, piernas y tórax. Estos pequeños parches (electrodos) están conectados a través de cables a una máquina que interpreta la actividad eléctrica del corazón y la transforma en líneas onduladas.
¿Por qué el cardiólogo realiza un ECG?
El ECG es una prueba destinada a conocer:
– Posibles daños en el corazón
– La velocidad de palpitación
– Los efectos de fármacos
– Control de marcapasos
– El tamaño y posición de las cámaras del corazón.
Cuando se realiza por primera vez puede ser como medida preventiva en un chequeo cardiológico o para determinar si hay cardiopatías cuando el paciente presenta dolor, palpitaciones, antecedentes familiares o ha tenido anteriormente problemas cardiacos.
El significado de los resultados
Al terminar la prueba el cardiólogo obtiene un papel con ondas, que debe interpretarse con los valores y aspectos de la historia clínica del paciente. Los resultados perfectos oscilan entre los 60-100 latidos por minuto y un ritmo cardiaco constante y uniforme.
Si éstos no se ajustan a lo dicho, podrá ser signo de daño en el miocardio, anomalía cardiaca congénita, agrandamiento del corazón, inflamación del corazón, líquido en el saco alrededor del corazón o arritmias.
Uso del ECG en el preoperatorio
Esta es una de las pruebas más practicadas dentro de la cardiología por la valiosa información que aporta. Una de las ocasiones en las que es fundamental su práctica en el preoperatorio. Los cardiólogos la solicitan sobretodo si el paciente tiene factores de riesgo como diabetes con uso de insulina, disfunción renal, ictus o insuficiencia cardiaca.