Los factores de riesgo cardiovascular no modificables como son el sexo, la raza, la edad o los antecedentes familiares.
El envejecimiento aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, de hecho las personas de edad avanzada son las principales afectadas por cardiopatías.
En cuanto al sexo, son los hombres los que más riesgo tienen de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a que las hormonas femeninas protegen a la mujer frente a estas patologías. Una protección que se reduce con la menopausia y provoca un aumento del número de mujeres con enfermedades de corazón.
Factores de riesgo cardiovascular modificables
Existen otra serie de factores que sí se pueden modificar como la hipertensión arterial, el aumento del colesterol, sobrepeso, diabetes, obesidad, tabaquismo, sedentarismo, abuso de alcohol, ansiedad y estrés.
Colesterol
El colesterol es necesario para el funcionamiento del organismo. Se trata de una grasa natural presente en todas las células y que se produce en el hígado. También se obtiene por la ingesta de determinados alimentos.
Es necesario diferenciar entre lo que se conoce como colesterol bueno y malo. El HDL o colesterol bueno se encarga de transportar el exceso de colesterol de nuevo al hígado para que sea destruido.
El LDL es el calificado como ‘malo’, ya que se deposita en las paredes de las arterias, formando placas y provocando un estrechamiento de las mismas. Cuando se forman placas en las arterias coronarias que riegan al corazón se aumenta el riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
Se ha demostrado que aquellos pacientes con niveles de colesterol en sangre de 240 o superior, tienen dos veces más riesgo de sufrir un ataque al corazón frente a aquellos que mantienen las cifras en 200.
Hipertensión arterial
La presión arterial es la presión que realiza el corazón sobre las arterias para que transporten la sangre hacia el resto del organismo. La presión máxima se obtiene con la contracción y la mínima con la relajación.
Mantener unos niveles elevados de presión arterial provoca un sobreesfuerzo en el corazón al tener que aumentar su masa muscular. Sin embargo, este aumento no se corresponde con un aumento del riego sanguíneo lo que provoca que el corazón sea más propenso a las arritmias y que se produzca insuficiencia coronaria y angina de pecho.
La hipertensión arterial es asintomática, por ello es necesario realizar revisiones periódicas que incluyan medición de la presión. En algunas ocasiones será necesario realizar pruebas como el holter de presión arterial, electrocardiograma y análisis de sangre.