Valvulopatías
Las válvulas tienen un papel fundamental en el corazón, ya que se abren y cierran para permitir el paso de la sangre de una cavidad a otra en una sola dirección. Éstas pueden deteriorarse por el propio envejecimiento, por traumatismos o infecciones.
La valvulopatía se trata, por tanto, de una disfunción de las válvulas cardiacas y se detecta con un simple ecocardiograma. La más habitual ha sido siempre la valvulopatía degenerativa, asociada al envejecimiento natural. Sin embargo, el aumento de la esperanza de vida ha provocado la aparición de nuevos tipos de esta patología.
Cuatro válvulas del corazón afectadas
El corazón tiene cuatro válvulas (mitral, aórtica, pulmonar, tricúspide) que pueden presentar problemas en el mismo momento del nacimiento o como consecuencia de infecciones, infartos o lesiones del corazón.
La valvulopatía se puede presentar como:
- Estenosis de la válvula. Esto ocurre por un estrechamiento de la válvula que impide que la sangre fluya hacia los vasos sanguíneos. En estos casos, el corazón realiza un sobreesfuerzo para que la sangre circule.
- La regurgitación de la válvula es una insuficiencia de la válvula porque no cierra correctamente, se vuelve permeable y envía la sangre a la dirección equivocada.
Síntomas de la valvulopatía
Uno de los síntomas de las valvulopatías es un sonido inusual cuando late el corazón, lo que se conoce como soplo. Aún así, el hecho de tener soplos en el corazón no significa que el paciente sufra una valvulopatía.
Aquellos que las padecen también sienten:
- Dificultad para respirar
- Cansancio, fatiga
- Palpitaciones
- Dolor en el pecho
- Tobillos inflamados
- Mareos o pérdidas de conocimiento