Como cada año, el 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón. Esta fecha es un momento idóneo para recalcar la importancia de cuidar la salud cardiovascular de toda la población. Es necesario concienciar a todas las personas de lo vital que resulta mantener un estilo de vida saludable ya que las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte en el mundo.
De hecho, actualmente mueren 17 millones de personas al año por estas patologías. Además, este número, según diversos estudios, se encuentra en aumento y continuará su progresión pudiendo alcanzar en 2030 23 millones de fallecimientos anuales. Por este motivo, los cardiólogos insisten en lo relevante que es que la población se conciencie frente a estos datos para prevenir estas consecuencias.
Controlar los factores de riesgo cardiovascular, clave en la prevención
Los factores de riesgo cardiovascular como la diabetes, la hipertensión, la obesidad, el colesterol y el tabaquismo son la principal causa de las enfermedades cardiovasculares. De hecho, entre las patologías que provocan con más frecuencia se encuentran las cardiopatías isquémicas, los infartos de miocardio, las arritmias cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la angina de pecho.
Sin embargo, todas estas enfermedades son evitables con un control de dichos factores de riesgo. Un estilo de vida saludable con la práctica regular de ejercicio físico y una alimentación cardiosaludable son la base sobre la que sustenta la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Según los expertos solo con estas medidas es posible reducir hasta un 30% la incidencia de estas enfermedades.
Día Mundial del Corazón 2019: “haz una promesa”
Con el lema “Haz una promesa” se presenta el Día Mundial del Corazón 2019 para hacer un llamamiento a la población e promoverles a prevenir las patologías cardíacas. Los especialistas en Cardiología aprovechan este día para recordar a las personas de todas las edades que deben cuidar su salud cardiovascular.
De esta forma, invitan a toda la población a hacer una promesa saludable de cara al futuro para mejorar el estilo de vida, los hábitos alimenticios y los hábitos de actividad física. Así, se les insiste en mantener una vida sana y promover dichos hábitos entre sus allegados, familiares y amigos.
Esto adquiere especial relevancia en el caso de los niños ya que también ha aumentado con el paso de los años la prevalencia de obesidad y sobrepeso infantil, otro factor predisponente a futuras enfermedades cardiovasculares.