En España cerca del 7% de la población mayor de 45 años padece insuficiencia cardíaca. Son muchos los motivos que pueden derivar en esta patología cardíaca pero fundamentalmente el exceso de colesterol y la hipertensión arterial son claves en su desarrollo. El sobrepeso y la obesidad también son dos factores que influyen en la aparición de esta cardiopatía.
En lo que respecta a cómo enfrentarse a ella, el Dr. Federico Segura, cardiólogo en Cardiavant, afirma que “la insuficiencia cardíaca tiene diferentes grados de afectación y por tanto tiene diferentes estadios de tratamiento”.
Sin embargo, el cardiólogo hace hincapié en que “lo primero es cambiar los hábitos de vida” y eso quiere decir realizar ejercicio moderado ya que esto “ha demostrado mejorar el pronóstico a medio plazo”, pero también mejorar la alimentación puesto que, por ejemplo, “una dieta con poca sal nos ayuda a controlar los síntomas de asfixia y congestión”, señala.
Aparte de cambiar el estilo de vida para tratar la insuficiencia cardíaca existen “una serie de fármacos que sirven para mejorar el pronóstico y otros que sirven para mejorar los síntomas”, explica el especialista.
Por su parte, según el Dr. Segura, “para mejorar las síntomas tenemos los diuréticos que descargan de trabajo al corazón y ayudan a eliminar el volumen de sangre que ese corazón no es capaz de trasladar”. Por otro lado, existen otro grupo de fármacos como “los inhibidores de la ECA y los betabloqueantes que han demostrado mejoría de pronóstico” apunta.
¿Qué sucede cuándo el uso de fármacos no es suficiente?
El Dr. Federico Segura apunta que “cuando los fármacos se van quedando cortos tenemos que añadir un aparato que se llama resincronizador”. Este dispositivo “estimula el corazón en distintas zonas en los pacientes que tienen de base una alteración en el electrocardiograma”, señala. De esta forma, los cardiólogos pueden llevar un mayor control del paciente ya que el resincronizador les permite “sincronizar mejor la contracción cardíaca y, por tanto, mejorar los síntomas y el pronóstico de estas cardiopatías”.
En otras ocasiones, cuando ya existe una enfermedad coronaria previa “los cateterismos nos pueden ayudar a mejorar los síntomas de la insuficiencia cardíaca y el pronóstico” explica el cardiólogo. Gracias al cateterismo “se consigue que el flujo de sangre vuelva por esas arterias coronarias obstruidas y mejore la capacidad de bombear del corazón”.
Frente a otros problemas derivados de la insuficiencia cardíaca como los problemas valvulares, el Dr. Segura afirma que en esos casos “podemos plantearnos una cirugía de recambio valvular que pueda hacer que esas válvulas vuelvan a ser funcionantes de forma artificial”. Sin embargo, en casos más extremos en los que existe una “insuficiencia cardíaca refractaria donde ya no hay más alternativas siempre está la posibilidad del trasplante pero es para pacientes seleccionados en unas condiciones determinadas y es el último salvavidas”, concluye.