El cáncer de pulmón es, a día de hoy, una de las patologías más prevalentes en el mundo. Según las estadísticas de la Sociedad Americana Contra el Cáncer el 14% del conjunto de cánceres nuevos que aparecen son de pulmón. De hecho, los datos indican que el cáncer de pulmón es la causa principal de muerte por tumores en Europa.
Por esta razón, es esencial conocer los factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecer esta patología oncológica que puede tener consecuencias muy graves. El Dr. César García de Llanos, neumólogo en Cardiavant, afirma que “el tabaco es el principal factor de riesgo” aunque también explica que “hay determinadas profesiones y exposiciones ambientales como por ejemplo el radón y otro tipo de metales que pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer, pero hablar de cáncer de pulmón a día de hoy es fundamentalmente hablar de tabaco”.
El consumo de tabaco es el principal peligro para desarrollar esta patología oncológica que afecta de manera muy severa al sistema respiratorio. En España, el tabaquismo supera cada año su consumo en la población y, de hecho, actualmente el 25% de los adultos mayores de 16 años fuma habitualmente.
Aunque también alarman las cifras de personas no fumadoras que padecen cáncer de pulmón. El neumólogo asegura que “hay cánceres de pulmón cada vez más frecuentes en personas no fumadoras”. Sin embargo, según el especialista “ahí es donde entra un poco en juego la predisposición genética de determinada población a desarrollar este tipo de tumores sin haber sido fumadora nunca ni siquiera de forma pasiva”. Pero lo que está claro es que “el tabaquismo pasivo es una de las situaciones que también favorece el desarrollo no solo de cáncer de pulmón sino de padecer otras enfermedades como la EPOC” además de que “también es verdad que los asmáticos expuestos a aire contaminado por humo de tabaco llevan peor su enfermedad”, concluye el Dr. García.
Estas son las razones que llevan a entender el papel fundamental de la prevención del cáncer de pulmón a través de las medidas legales oportunas en lugares públicos pero también, mediante los programas de deshabituación tabáquica hacia la población fumadora. Dejar de fumar es el primer paso para evitar padecer cáncer de pulmón y otras patologías relacionadas como los eventos cardiovasculares.